Argusino, el pueblo que inspira a David Copperfield

Ni el mismísimo David Copperfield podría hacerlo mejor. El mago más mediático de todos los tiempos (con permiso de Houdini) jamás podría igualar la performance de este pueblo: Argusino.

Esta localidad zamorana de la comarca de Sayago aparece y desaparece como por arte de magia varias veces a lo largo del año. Cuando ascienden las aguas del pantano de Almendra, sus restos vuelven a sumergirse, a descansar en el fondo. En época de sequía, cuando el caudal del embalse baja, el municipio vuelve a florecer y reflota, casi fantasmal, en el horizonte.

Copperfield hizo desaparecer la Estatua de la Libertad en 1983. A Argusino la quitaron del mapa en 1967. Iberdrola y el régimen franquista pagaron 40.000 pesetas de la época a cada uno de los vecinos para que hicieran la mudanza obligatoria. Sí o sí. Sin más opciones. Los 487 vecinos tuvieron que volver a empezar de cero sus vidas.

Sólo por la historia merece la pena bucear en las particularidades de esta ruta. Si a ello le añadimos los paisajes marcianos y las anécdotas del pasado que os puede contar Emiliano, el más simpático y acogedor personaje del pueblo de Salce, este sendero se hace único, etiqueta negra.

El camino comienza en la Ermita de Argusino, un templo con una placa dedicada a los enterrados bajo las aguas. Después, bordeando el embalse, podréis contemplar las piedras de los huertos del municipio y, con algo de suerte, los restos del cementerio y de la iglesia.

El panorama es lunar. Sientes que has cambiado de planeta, incluso de galaxia. Además, algunos tocones de árboles secos ofrecen figuras casi extraterrestres. Es apabullante. No se puede explicar con palabras. Mejor si contempláis las imágenes.

Nosotros fuimos de playa en playa, bordeando el embalse, dejamos de lado la ruta oficial y por eso creamos nuestro propio paseo, de más de 17 kilómetros, en Wikiloc. Es largo pero tiene un encanto especial. No os defraudará.

Esta vez la pausa para el café tuvo lugar en el municipio Salce. Allí Emiliano nos deleitó con anécdotas y leyendas de este enclave de 25 habitantes. Nos hubiéramos pasado toda la tarde con él. De hecho volveremos pronto a seguir aprendiendo de su sabiduría.

Y volveremos sobre todo para apoyar a la Asociación Argusino Vive, creada por los hijos y nietos de los desplazados, que cada año celebra una romería para recordar a sus antepasados y reclamar justicia.