FICHA TÉCNICA
Recorrido: Candelario – Garganta del Oso – La Canaleja – Candelario
Identificación: Ruta «Mujeres» en Candelario
Distancia: 11,05 kilómetros
Circular: SI
Dificultad: Fácil
Tiempo total: 4,30 horas
Tiempo en movimiento: 2,15 horas
Cota máxima: 1.368 metros
Cota mínima: 1.021 metros
Desnivel máximo: 406 metros
Recomendable con niños: SI
Recomendable para inexpertos: SI
Mejor época: Primavera y Otoño
Huyo de los políticos como de la peste. No me representan. Ninguno. Por eso me envenena que intenten apropiarse y poner su bandera a un verdadero maremoto, a un sentimiento de la sociedad, a un huracán violeta, a un sonoro rugido que pide Igualdad de Oportunidades para la Mujer (con mayúsculas, por supuesto, claro que sí).

Nuestra excursión por la Garganta del Oso y el entorno hechizado de Candelario viene marcada por el día después, es decir, por la resaca del 8 de marzo de 2019: el Día Internacional de la Mujer.
En esta jornada, las tres mujeres como tres lunas de nuestro grupo patean como las que más. Además poseen una sensibilidad especial y nos dan sopas con honda a los caminantes varones en mil y una facetas. Son tres verdaderas heroínas en una sociedad machista. Por suerte ha llegado la Gran Revolución. Este Siglo XXI quiere que la Mujer sea la gran protagonista. ¡Y a los políticos…que les den!
Menos mal que siempre nos queda Candelario y sus batipuertas para relajarnos y quitarnos este sentimiento de indignación que nos carcome. Menos mal que el sonido de las aguaderas relaja nuestros tímpanos y atempera nuestros calores internos.
Menos mal que la primavera adelantada nos regala sus mejores capas y tonos para embelesarnos y hacernos olvidar. Menos mal, porque si no igual «rajaba» aquí y ahora sobre todos los políticos ineptos e impresentables de nuestro país…Esos que buscan enfrentarnos y lo están consiguiendo.
Desde la Plaza del Humilladero parte este paseo absolutamente delicioso, sin gran dificultad técnica ni exigencia física, que recorre el entorno de este pueblo mágico. Es una delicatessen de ruta. «Top», que dirían los Millennials o Generación «Y» ¿verdad, Manu?

Salvo 350 metros de desnivel en un repecho, en el primer cuarto del recorrido, no hay mayor complicación. Lo demás es puro disfrute; pura poesía de la naturaleza: la cima nevada de La Covatilla, los tejados de Candelario, el perfil de Béjar en lontananza, los primeros narcisos en flor, las gargantas cargadas de oro líquido fluyendo a raudales.
Son 11 kilómetros tan sabrosos que saben a poco. Tan hermosos que quieres más postales. Tan intensos que faltan minutos para paladearlos. Tan fugaces que empezamos a odiar los relojes.
Al llegar a la Garganta del Oso sentimos el hechizo. La llamada. El embrujo. La abducción. Como queráis llamarlo. El equilibrio de la naturaleza nos ha tocado con su varita mágica. Ha llegado la paz. La armonía se cuela en nuestras emociones; la calma en nuestro caminar; el sosiego en nuestras palabras.
El monte nos transmite su energía positiva. No sé si será un tipo de dopamina. No lo podría decir con seguridad. Pero todos volvemos cambiados. Hay un antes y un después tras 5 horas de ruta. Nada es lo que era. (Aviso para los malpensados que nos imaginen casi levitando: «Drug free lifestyle», somos gente sana).
Y la guinda: croquetas de Cabrales y de boletus en el Bar Restaurante El Pasaje de Candelario. Es la cuadratura del círculo. La felicidad era esto. Tan simple. Tan complejo.
PD: Estas letras están dedicadas a todas vosotras por el hecho de ser madres, hijas y hermanas, por ser únicas e irrepetibles, por ser musas, por ser diosas, por ser MUJERES. Con toda mi admiración y cariño a Maruja, Susana, Leandra, Servanda, Virtudes, Alba, Gloria, Iris, Duli, Amelia, Verónica, Concha, Carmen, María, Paquita…