Terminó el verano. Se acabaron los días de sol y playa. El otoño se nos presenta amigable, con sus mil y una paletas de colores en la naturaleza, pero también con su maleta cargada de lluvias y tormentas para alimentar el campo.
Los amantes del trekking adoramos esta época de hojas caídas, marrones imposibles y jornadas de viento soplando entre los árboles. Sin embargo, salir de ruta supone una preparación previa más concienzuda que en nuestros paseos estivales o de primavera.
Como siempre, antes de lanzarnos al campo o a la montaña, recomendamos cerciorarnos de la previsión meteorológica en la zona que pensamos patear. Si las condiciones no son extremadamente adversas y nos atrevemos, un buen chubasquero tiene que ser nuestro amigo inseparable para nuestra aventuras otoñales. Y por supuesto, nuestras botas de Gore-Tex.
Además, si somos precavidos, para evitar que la muda que llevemos en la mochila acabe tan empapada como nosotros, y nuestro móvil escupiendo agua como los sapos, es importante cubrirla con una funda impermeable para evitar disgustos.
Aquí tenéis los consejos útiles para las salidas en días lluviosos. ¡Nos vemos por los caminos mojados!