FICHA TÉCNICA
Recorrido: Poncebos – Caín – Poncebos
Identificación: Ruta del Cares
Distancia: 23,65 kilómetros
Circular: NO (lineal ida y vuelta)
Dificultad: Fácil
Tiempo total: 6 horas
Tiempo en movimiento: 5 horas
Cota máxima: 746 metros
Cota mínima: 241 metros
Desnivel máximo: 405 metros
Recomendable con niños: Mayores
Recomendable para inexpertos: SI
Mejor época: Primavera y Otoño
¿Tienes vértigo o simplemente te impresionan las alturas? Entonces mejor no sigas leyendo estas líneas porque vas a sentir algo muy parecido a un mareo…
Por el contrario si eres atrevido, de los que se lanzan a todo, te puedes unir a este paseo por el corazón de una de las cordilleras montañosas más bellas de la geografía española.
En plena cuarentena, te proponemos soñar despiertos y dejar aparcado por unos minutos el maldito coronavirus. Acompáñanos en nuestro viaje senderista, cultural y gastronómico por la ruta más espectacular que puedas imaginar para unir los 12 kilómetros que separan Asturias y León.
El Río Cares será nuestro sempiterno compañero de camino en este recorrido por el corazón del Parque Nacional de Los Picos de Europa, descubriendo las maravillas de la Ruta del Cares.
Conocida también como la Divina Garganta por su espectacular orografía, las sensaciones desde este desfiladero son un deleite para todos los sentidos.
El camino discurre entre los pueblos de Poncebos (Asturias) y Caín de Valdeón (León), o viceversa ya que puede hacerse también al revés. Son 12 kilómetros de distancia (solo ida) prácticamente llanos que discurren por un camino con una anchura de 1 a 3 metros según zonas, con roca a un lado y el precipicio en el otro.
Un poco de historia
La Ruta del Cares fue abierta entre 1945 y 1950 con un único objetivo: que los operarios de la central hidroeléctrica de Camarmeña pudiesen acceder a los canales de agua que llegan hasta la presa de Caín.
Unos 45 obreros trabajaron en esta obra complicada ya que, al igual que sucede con la canalización, el camino está tallado en roca a unos 50 metros de altura sobre el río Cares.
Para poder cruzar de una roca a otra los obreros tuvieron que abrir unos 75 túneles, la mayor parte de ellos en el segundo tramo de la ruta y en el último kilómetro antes de llegar a Caín, además de puentes para cruzar el barranco de uno a otro lado.
Sentido de la ruta
Podemos iniciar nuestra caminata donde prefiramos, bien en Poncebos o en Caín, da exactamente igual. Si empezamos en el pueblo asturiano hay una cuesta de apenas 2 km para calentar motores. Si partimos desde Caín, arrancamos en bajada.
Después de dejar el coche en cualquiera de los dos municipios tenemos que contar con unas 6,5 ó 7 horas de marcha, porque será necesario hacerla de ida y vuelta hasta completar un total de 24 kilómetros.
Si queremos hacerla solo de ida (12 km), podemos contratar a alguna empresa para que nos venga a buscar. La otra opción si vamos en un grupo numeroso es dejar coches a ambos lados del recorrido, en el inicio y el final. Curiosamente la distancia por carretera de asfalto entre Poncebos y Caín es de más de 100 km.
Nosotros arrancamos desde Poncebos, donde se puede estacionar el coche en uno de los aparcamientos de este municipio. Antes de iniciar la ruta nos toparemos con la central hidroeléctrica de Camarmeña.
Desde ahí, al paso de los kilómetros, atravesarás un sinfín de puentes desde los que admirar la belleza del desfiladero, los perfectos cortados tallados a capricho por el fluir de la corriente del río.
El puente de Bolín es el primero que avistaremos. Allí hay un manantial, el único accesible en todo el trayecto, donde podemos abastecernos de agua.
Más adelante nos encontraremos con el famoso puente de Los Rebecos, seguramente la postal más fotografiada de toda la Ruta del Cares. Este lugar tiene magia, o sea que no dudéis en pararos a disfrutar de su belleza en plenitud, sin estrés, sin prisas.
Después se suceden otros parajes de cuento como la pasarela de los Martínez, el mirador del Tombo y el puente de la presa, este último ya muy cerca de la meta en Caín.
Gastronomía
En la zona de Poncebos la gran especialidad es la fabada asturiana. Cuidado porque las digestiones de este manjar son largas, o sea que conviene posponerlo hasta el final del trayecto o incluso mejor para otro día.
Mención aparte merecen sus quesos, sobre todo el famoso queso de Cabrales. Esta delicatesen gastronómica es un queso azul con Denominación de Origen que se elabora únicamente en esta zona de Asturias.
Para darte un buen homenaje tienes a pie de ruta el Hotel Restaurante Garganta del Cares.
Fama internacional
Unas 170.000 personas visitaron la Ruta del Cares en 2018, según los datos facilitados por la Consejería de Turismo de Asturias. Este lugar ha adquirido fama internacional y es un punto de peregrinación para amantes de la naturaleza llegados de todos los rincones del mundo.
Anecdóticamente gran parte de esa cifra visitó el lugar en verano, con estadísticas que muestran hasta 4.000 usuarios en un solo día. Por eso, si no quieres convertir este regalo de la naturaleza en la Gran Vía de Madrid, es mejor que apuestes por un senderismo responsable, eligiendo fechas que huyan de la masificación.
Recomendaciones
- Las mejores épocas del año para ir son la primavera y el otoño. Descarta aventurarte allí en pleno verano ni tampoco en invierno. Durante el periodo estival está masificada, absolutamente plagada de turistas, muchos de ellos extranjeros. Además no encontrarás apenas zonas de sombras durante el recorrido (excepto las cuevas) y con el calor puede darte una lipotimia. Tampoco es recomendable en invierno porque al tratarse de alta montaña, las condiciones meteorológicas como la nieve o el hielo pueden complicar hasta extremos insospechados el camino. Las invernales en la Ruta del Cares son solo para expertos montañeros, perfectamente equipados técnicamente con crampones, piolets, etc.
- Si tienes vértigo, mejor elige otra zona de Picos de Europa. Aquí solo verás acantilados muy altos y no tendrás la opción de ninguna vía de escape para tu agobio.
- No es recomendable para niños menores de 12 años porque el camino no tiene barandillas y el barranco es todo un peligro. Si finalmente decidimos hacerla acompañados de niños pequeños, es mejor llevarlos siempre agarrados de la mano y que caminen siempre pegados a la pared.
- Si llevas perro, mejor atado con la correa para evitar accidentes.
- No se puede hacer en bicicleta. Está prohibido.
- Te aconsejamos madrugar bastante para evitar las horas de máximo calor. Comenzar a caminar al amanecer multiplicará tu disfrute. Además necesitarás bastantes horas para completarla. Calcula tu nivel de forma física y el tiempo que vas a emplear.
- Lleva varias cantimploras con agua porque sólo hay una fuente en todo el camino. Igualmente es aconsejable llevar comida, así como chocolate o barritas energéticas por si sufres una pájara.
- Por favor, acarrea toda tu basura y guárdala en tu mochila. Durante la ruta no hay papeleras, excepto al inicio y al final, donde hallarás varios contenedores de reciclaje. Deja la naturaleza tal y como te la encontraste, sin restos de servilletas, papeles, latas…