Vereda de la Estrella – Cortijo del Hornillo: el gélido hálito de Sierra Nevada

Un río de aguas bravas, un sendero que lo sortea por puentes colgantes y  lo sigue en paralelo sin perder su hilo musical. Bosques de roble inesperados en el sur de Europa que trastocan su vestimenta según la época del año. Todo ello bajo el fresco hálito de las cumbres más altas de la Península Ibérica.

Sin duda nos hallamos hoy ante uno de los senderos más emblemáticos de la geografía hispana cercana al lugar donde lloraron los últimos moros de Europa. Bienvenid@s al corazón de Sierra Nevada.

INICIO EN GÜEJAR-SIERRA

Te sorprenderá la inversión esfuerzo-emociones de esta caminata. El acceso se realiza desde el pueblo granadino de Güejar-Sierra pasando por la plaza del Ayuntamiento, tras un desvío a la derecha en dirección al río Maitena.

Se puede llegar en vehículo a motor hasta la Venta del río San Juan, si bien es recomendable estacionar en las inmediaciones del río Maitena. Ello exige 45 minutos más de marcha en cada sentido, pero el tramo junto al río Genil y las pasarelas colgantes te sumergen en ambientes alpinos. 

La senda principal está muy bien marcada. Es el antiguo camino por el que se bajaba el material de las Minas de la Estrella. La subida inicial es repentina. Tranquilo, no llega al kilómetro de longitud. El resto es un trazado sorprendentemente llano. 

Hay dos opciones, subida encarando la sierra o por la vereda principal. Recomiendo la primera opción, para ir descubriendo progresivamente una de las mejores vistas de la alineación de altas cumbres. La Vereda de la Estrella discurre a menor altitud, encajonada en el barranco y el paisaje no es tan soberbio.

El sendero principal hay que dejarlo atrás en el primer desvío que nos encontramos por la derecha.  Queda muy cerca desde el inicio, apenas pasada la zona de subida pronunciada pero no está indicado con panel direccional.

Se asciende progresivamente por sendero, pista ganadera y sendero. Está bien marcado. Lo peor es la subida repentina desde los 1250 metros de altura de la vereda principal hasta los aproximadamente 1600 del tramo con mayor altitud, donde el sendero ya discurre de forma más o menos horizontal.

El decorado escénico se compone principalmente de una de las mejores muestras de robledal del sur de Europa, el más meridional. Una formación muy escasa en Andalucía.

El paseo tiene el atractivo de los cambios de tono en la vegetación a lo largo del año y sobre todo, el tapiz blanco que confiere la nieve cuando cubre las cumbres y parte del recorrido.

Si optas por el invierno, procura llevar medios para sortear placas de hielo. Piolet y crampones serán de utilidad. 

Vacas, cabras monteses, grandes águilas son fáciles de ver como atrezzo animal. Pese a lo que pudiera parecer, no es un lugar muy masificado en visitas.

Las vistas desde el Cortijo del Hornillo son sencillamente estremecedoras. En cualquier época del año.

El retorno es sencillo una vez te encuentres en las Minas de la Estrella. Eso sí, atención a los resbalones en el tramo de descenso hasta la vereda principal.

Sigue la ruta….y disfruta!!!