FICHA TÉCNICA
Recorrido: Pitres – Ferreirola – Busquístar – Pórtugos – Pitres
Identificación: Sendero La Taha – Busquístar
Distancia: 13,91 kilómetros
Circular: SI
Dificultad: Moderada
Tiempo total: 2,5 horas
Tiempo en movimiento: 4,5 horas
Cota máxima: 1.330 metros
Cota mínima: 826 metros
Desnivel máximo: 698 metros
Recomendable con niños: NO
Recomendable para inexpertos: SI
Mejor época: Primavera y Otoño
El único recorrido submarino que podrás hacer a pie, por senderos umbrosos cubiertos de árboles frondosos y llenos de pájaros.
Atravesarás lugares dormidos, detenidos en la historia con los últimos habitantes de al-Ándalus. Huertos llenos de frutales, arroyos, acequias, cascadas y la constante compañía de un duende que habita en el interior de la montaña más alta de Iberia produciendo aguas mágicas ricas en sustancias minerales y gas potable.
INICIO DE RUTA
Aunque se suele recomendar el inicio de este sendero en el Paseo marítimo de Pitres, junto al Bar “La Carretera”, cerca de su puerto de mar, es recomendable sumergirse a menor nivel y bajar hasta Mecina Fondales. Junto al hogar parroquial encontrarás fácilmente aparcamiento. De este modo se equilibra mejor el desnivel y se evita el descenso máximo en el primer tramo.
Es preferible ir ascendiendo progresivamente de forma suave en el inicio, aprovechando también las primeras horas de la mañana si es época donde pudiera hacer calor.
Es sendero es muy suave, sorprendentemente bonito, recomendable para todo el año salvo días muy calurosos de verano. El principal atractivo es atravesar los núcleos urbanos de La Taha (agrupación vecinal de antiguos barrios andalusíes) en los que se mantienen la arquitectura típica y sus campos, con los usos agrarios tradicionales de huertas en regadío.
MECINILLA
Desde ese aparcamiento, un trozo de recta sobre carretera te lleva a Mecinilla. Es como caer sobre ella, apenas hay distancia y no te da para distinguir que sea un núcleo distinto. Un poco igual ocurre con Fondales. Es fácil aquí hacerse un saltalindes.
El recorrido es sinuoso, y muy recomendable perder un rato en recorrer estas calles angostas con viejos muros de piedra, emplastados en cal, en cuyos ángulos te sorprenderá algún rincón de tipismo extremo.
En una de esas calles nos advierten….¡Hay que coger los palos!!!, refiriéndose a los bastones de marcha. Ciertamente, hay escalones un poco elevados y pendiente fuerte con piso de material suelto sobre el que se puede resbalar.
Se baja por zona umbrosa donde el rumor de las acequias embellece el laberinto mental y arrulla la quietud del espíritu.
Llegados aquí, es el punto de menor cota del recorrido con el cajón del río Guadalfeo a tiro de piedra. La vegetación de ribera aumenta en densidad, con la tintura yodada del otoño marcando las copas de sauces, chopos y castaños.
FERRERIOLA
El ascenso a Ferreriola es sencillo, unos 150 metros, con sendero bien marcado y pendientes suaves. En el trayecto, una acequia de aguas ferruginosas da signos del origen toponímico del lugar.
Llegados allí, junto a la plaza se encuentra el lavadero del pueblo con una fuente de numerosos caños y un banco donde podrás sentarte a descansar y disfrutar de esas aguas. Es un cruce singular.
Hacia arriba se encuentra el camino que has de seguir, pero es recomendable desviarse por el camino de Busquístar hasta llegar a La Gaseosa, una curiosa fuente que mana agua carbónica. El lugar parece residencia de duendes y genios, una singular alameda umbrosa recomendable incluso en días de mucho calor.
EL DESAFÍO DEL SENDERO
Atalbeitar, la taha de albeitar, será el principal desafío por venir. Si bien el desnivel no es mayor que el anterior, 140 metros, si lo es su pendiente, al encontrarse a menor distancia geográfica. El piso está más degradado y resulta más áspera la escalada.
Te gustará llegar a este pueblo con ese nombre tan exclusivamente andalusí. “Al baytará” es el nombre de la ciencia Veterinaria y “al baytar”, el nombre árabe de quién la practica.
La salida desde aquí es muy bonita. El sendero es amplio y muy bien cuidado. Un antiguo molino que encontramos más adelante, aún habitado, es la causa de ello. Enclavado en un promontorio junto a un marcado barranco parece desafiar al vacío.
Su continuación, con pendiente suave, salva un desnivel de unos 40 metros que te lleva a Busquistar a través de algunos tramos sinuosos emboscados que se abren en prados o campos más amplios en la zona superior.
PÓRTUGOS
El recorrido de cierre se hace por la orilla de la carretera, pasando por Pórtugos y su Fuente Agria. Dos bonitos ejemplares de Sequoia gigante (mariantonia) señalan la entrada al pueblo.
Castaños, robles, olmos, chopos, en alineación, junto con el mensaje subliminal del jamón de las Alpujarras te llevarán hasta el puerto de mar de Pitres donde el camino de Mecina te conduce en bajada pronunciada hasta el punto de cierre de este recorrido.
Una vez llegado a la era de Mecina, acuérdate que estamos en la era de Acuario, y no en la de Aquarius.
PD: Recomendación de alojamiento: Casa “Sierra y Mar”, en Ferreirola
Recorrido totalmente recomendable. Naturaleza, aire puro, tranquilidad, colorido
Es una zona realmente muy bonita y que no te debes perder. Aún mantiene cierto equilibrio con el entorno, a diferencia de otras zonas del lugar con más desarrollo turístico. No te defraudarán sus acequias, fuentes, campos y sus pueblos bien conservados, con innumerables rincones por descubrir.