FICHA TÉCNICA
Recorrido: El Maíllo – Convento de la Casa Baja y el pinar
Distancia: 6,73 kilómetros
Circular: SI
Dificultad: Fácil
Tiempo total: 3 horas
Tiempo en movimiento: 1 hora y media
Cota máxima: 1143 metros
Cota mínima: 986 metros
Desnivel positivo: 147 metros
Recomendable con niños: SI
Recomendable para inexpertos: SI
Desde El Maíllo, pueblo insignia de las «Patatas Meneás», disfrutamos de un estupendo paseo por las zonas bajas de la comarca de la Sierra de Francia. Una pena que La Taberna estuviera cerrada.
Tuvimos mucha suerte porque nos hizo un estupendo día encapotado y la primavera no nos golpeó con un día caluroso. Teníamos muchas ganas de probar alguna ruta del recopilatorio que hicimos en este artículo, así que disfrutamos un estupendo día de primavera con clima otoñal.

La ruta circular desde El Maíllo
Se comienza desde el mismo pueblo, saliendo por el puente del Río Grande por una pista forestal. En pocos minutos se puede divisar el espectáculo del convento de la Casa Baja, el cual se encuentra abandonado desde hace décadas y con grave peligro de derrumbe. Nos quedamos con ganas de entrar ya que está cerrado todo a cal y canto.
Una vez disfrutada la fachada del convento, volvemos a la pista forestal para seguir nuestra ruta. Aquí cometimos el error de no fijarnos en la senda hacía la derecha que nos saltamos, llegando a una finca privada. Este camino se adentra en un bosque de pinos atravesando algunas cancelas.

El camino concluye en una carretera, la DSA-342, la cual seguimos unos metros para entrar en otra pista que también discurre por dentro de un vallado, atravesando algunos pasos canadienses para guardar el ganado que se encuentra suelto por estas tierras.
Después, continuamos por un P.R. que se dirige al monasterio de la Peña de Francia, por donde los dominicos subían sus víveres, pero rápidamente lo dejamos para seguir una nueva pista forestal ascendente dirección oeste.
Por último tenemos algún desvío más por bifurcaciones y cruces pero sin importancia. Es fácil orientarse.
Este es un sendero ideal para hacer con niños o para «pisaprados», os lo recomiendo al 100%, sobre todo para ver el convento perdido.

Historia del Convento de la Casa Baja (El Maíllo)
El nombre de “Casa Baja” se debe a que era donde habitaban los frailes dominicos del Monasterio de la Peña de Francia, pero solo en la época de nieves. Durante el resto del año parece ser que este convento servía a los frailes de almacén de provisiones y alimentos.
Para su construcción, los dominicos pidieron una autorización papal, que fue concedida en 1498 por Alejandro VI. Se edificó en el siglo XVI, aunque su iglesia es de estilo neoclásico. Sobresale el hermoso claustro que recuerda el estilo Gótico-Isabelino.
Tras la guerra de la Independencia y debido a los daños sufridos, los religiosos comenzaron la restauración del convento en 1816. Para ello, se vieron obligados a vender los olivares del Soto, además de tomar un empréstito de 80.000 reales. Más tarde, con la desamortización de Mendizábal, el convento de la Casa Baja fue adquirido por unos caciques vecinos de El Maíllo.
Estado actual del convento
En la actualidad, se conservan tanto el claustro como la iglesia así como diversas dependencias. Es más, cabe destacar que el claustro mide unos 23 metros cada lado y cuenta con un total de 7 arcos.
En este Convento de la Casa Baja encontramos al norte la iglesia, al este la sacristía así como el calefactorium y, por supuesto, la sala capitular. En la parte sur encontramos el refectorio (planta baja) y el dormitorio de 19 celdas con vistas a la Peña de Francia (parte alta). Este dormitorio se prolonga hasta la parte oeste, con 12 celdas en la planta alta mientras que en la baja encontramos tanto la hospedería como la enfermería. En esta parte se situaban tanto la cocina como las oficinas.

El convento es monumento Histórico-Artístico desde 1956, aunque a los restos de la iglesia se le da un buen uso como pajar desde hace décadas, así como de aparcamiento de antiguos carros y palomar. La maleza oculta el resto de elementos del conjunto que se han salvado: sillares, arcos, muros o columnas. El abandono y la ruina, así como la acción de la vegetación, están provocando derrumbes de su estructura. Es por ello que se encuentre en la «Lista Roja del Patrimonio«.