Ha llegado el otoño y con él se da el pistoletazo de salida de las lluvias. Es un elemento meteorológico que suele ser mal recibido por los amantes del senderismo.
Sin embargo podemos enfocarlo desde un punto de vista mucho más positivo: podemos verlo como una actividad más fresca, tranquila y rodeada de un ambiente diferente.
Para protegernos en este tipo de días desapacibles te ofrecemos cinco consejos muy útiles para hacer senderismo bajo la lluvia:
1- Llevar ropa de repuesto en una mochila bien protegida de la lluvia
Tenemos que llevar una mochila totalmente impermeable que no deje pasar el agua. Si no contamos con buen material, tendremos que hacernos con un forro impermeable para protegerla.
De esta manera mantendremos nuestra muda seca, algo fundamental para cambiarnos al final de nuestro recorrido.
2- Vestir tejidos que no sean de algodón
Para nuestra salidas en días lluviosos hay que apostar por tejidos interiores de poliéster, lana o nylon. Tenemos que evitar las prendas de algodón ya que este tipo de tejido no elimina el sudor de la piel y tarda mucho en secarse.
El algodón absorberá nuestro sudor y en condiciones húmedas se enfriará pegado al cuerpo, creando riesgo de hipotermia.
En cuanto a la capa exterior, las chaquetas deben ser impermeables, resistentes al agua, pero que transpiren para evacuar el sudor. Es importante que las gotas de lluvia escurran sin ser absorbidas por el tejido.
Existen tejidos impermeables como el gore-tex, realmente técnicos para los días de lluvia.
3- Tener especial cuidado por dónde se camina
Con el suelo húmedo hay que prestar el doble de atención a determinadas superficies mojadas si queremos minimizar riesgos de caídas o accidentes.
Se deben evitar senderos con rocas resbaladizas o zonas de musgo mientras llueve, porque se convierten en verdaderas pistas de patinaje. También evitaremos cruzar riachuelos ya que podemos pisar en falso.
4- Prevenir la hipotermia
Con la humedad en el ambiente y nuestro cuerpo calado aumenta el riesgo de sufrir hipotermia. Es importante aprender a reconocer sus primeros síntomas que suelen ser la confusión o los escalofríos.
Para prevenirla nada mejor que utilizar ropa de lana o nylon, para conservar el calor y estar siempre seco. Si nos hemos mojado, hay que cambiarse de ropa lo más pronto posible.
5- Evitar la deshidratación
A muchos se nos olvida el beber agua en plena lluvia. La verdad es que no suele apetecer. Pero, incluso en mitad de un gran aguacero, nuestro cuerpo lo necesita.
Aunque nuestro cerebro no nos avise, es necesario parar de vez en cuando para beber y comer.
